Un ejercicio de contraste entre herencia textil y gesto contemporáneo. Confeccionada en un exquisito tissue francés que capta la luz en cada movimiento, esta gorra trasciende el lenguaje deportivo para convertirse en objeto de deseo. Su superficie, recorrida por hilos metálicos que insinúan destellos de oro rosado, luce bordado preciso y vibrante. Una pieza que no se limita a acompañar, sino que redefine la noción de accesorio urbano con una sofisticación inesperada.